Experiencias positivas

(17.06.2014)      La "graduación" de David en Educación Infantil
 

Llevo desde el viernes, flotando en una nube. Mi niño, ese al que cuando nació le llamaban piltrafilla en la UCI (eso sí, con todo el cariño del mundo), ese que estuvo el primer año de su vida conectado a una bombona de oxígeno permanentemente, ese que estuvo casi dos años mudo por una traqueotomía, ese que no empezó a andar hasta los dos años y medio, ese que apenas podía decir unas palabras sueltas con tres años, ese, en definitiva, que cuando nació parecía tenerlo todo en contra (menos sus ganas de vivir y las nuestras por ayudarle), se ha “graduado” en Educación Infantil.

Quizás pueda parecer una tontería. De hecho, a la mayoría de los padres cuyos hijos no tienen ni han tenido el más mínimo problema, les parecerá sin más, un momento emotivo, mezcla de ilusión y quizás un poco de tristeza porque sus niños se hacen mayores; un momento que sabían que iba a llegar.

Pero estoy segura que vosotros entendéis que para mí sea mucho, muchísimo más. Claro que a medida que pasa el tiempo y le ves conseguir a diario nuevos objetivos y avanzar vertiginosamente hacia la normalidad que sus compañeros de clase tenían desde el principio, empiezas a visualizar tú también que un día como este, en el que toda la clase se sube a un escenario y recibe orgullosa su banda y su birrete de las manos de su profesora, tu niño estará entre ellos. Pero cuando lo ves ahí arriba, feliz, delante de todos y haciendo exactamente las mismas cosas que los demás, tan bien o tan mal como el resto de sus compañeros… uf, siento una felicidad tan grande que no sé ni cómo explicarla. 

Mi mejor amiga lo definió como una gran ilusión pero, qué va, es mucho más que eso. Es algo impresionante: tengo unas ganas increíbles de ponerme a llorar como una loca y gritar bien fuerte a todos los que lo dudaron alguna vez: ¿VEIS COMO SÍ PODÍA?. 

Gracias a Dios, no son muchos los que han dudado de él y la mayoría de esos pocos lo han hecho sin conocerle siquiera. Qué equivocados estaban.

Mi niño EL QUE POR SUPUESTO QUE PUEDE es un luchador desde la cuna y jamás se ha rendido ante la adversidad. Eso lo sabemos nosotros, su familia, pero también toda la gente del cole (profesores, auxiliares, monitores del comedor, alumnos, padres, abuelos…) y todos, absolutamente todos, han puesto su granito (o su cubo gigante) de arena para hacer posible este sueño.

El sueño no fue solo verle allí, como todos, sino sentir el cariño y la admiración de todos hacia un niño de apenas 6 años, el mío, del que desde hace mucho no se escucha qué carita o qué manos más raras tiene, sino “madre mía lo que ha avanzado este niño; es impresionante lo que es capaz de hacer”.  Y quizás lo mejor de todo sea que son los padres de los amigos de David los que me dicen que se emocionan al ver la humanidad que tienen esos niños, al ver cómo le ayudan, cómo le quieren, cómo le han aceptado como uno más desde el primer día.

Yo sí que estoy emocionada. Por todo y por todos. Por mi niño y por toda la gente que le rodea. Y quería compartirlo con vosotros para que sepáis que, al menos en ocasiones, los sueños se hacen realidad. No sé lo que tardaré en despertarme, pero cuando lo haga, espero seguir contando con toda esta BUENA GENTE para volver a soñar. 

Debería dejarlo aquí, pero no puedo resistirme a compartir con vosotros algunas de las frases que algunos padres escribieron en el grupo de WhatsApp de la clase y otras que recibí yo personalmente de algunos profesionales que han trabajado con mi niño. Como díría el anuncio de la tele, soñar es gratis, pero recibir frases como estas en un día tan emotivo… no tiene precio:

Gracias a María José por el gran trabajo realizado durante estos tres años y haber conseguido hacer piña entre todos los niños. (Padre de Manuel)

La verdad es que el tiempo pasa muy rápido… y se nos hacen mayores. Pero los valores que han aprendido les quedarán para siempre. Espero que esta bonita amistad les mantenga unidos muchos años. (Madre de Lucía)

Qué orgullosa me siento de todos pero de David mucho más. ¡Cómo se lo ha ganado!. (María José, profe de David durante estos tres años de Educación Infantil)

Yo necesitaba dar las gracias a mucha gente, y se me ocurrió hacerlo acompañadas con unas cuantas fotos del gran día. Estas son algunas de las respuestas:

¡Pero que mayor se le ve con el birrete! Muchas gracias por compartir conmigo estas fotos. ¡Me han encantado y emocionado mucho! Me puedo imaginar lo emocionante que fue verle graduarse, ver cómo se cierran etapas y él sigue superándose día a día! Es un luchador, y vosotros también!!. (Psicopedagoga de Atención Temprana, un año trabajando con David)

Qué ilusión me ha hecho tu correo y ver a David así de feliz. Me alegro mucho. Gracias por compartirlo. Espero que os vaya fenomenal y David siga así de feliz y avanzando. De lo cual no tengo duda porque tiene la suerte de tener una familia maravillosa que le apoya y está a su lado en todo. Se agradece trabajar con padres como vosotros, tan colaboradores. Tenéis un hijo estupendo y muy luchador (aunque nos desespere a veces jeje) y él ha sido el que ha conseguido todo esta con vuestra ayuda. Enhorabuena. (Psicopedagoga de Atención Temprana, 3 años trabajando con David)

Mil gracias a David por enseñarnos a luchar, a sonreír y a disfrutar de la vida. Él se lo merece todo. No veas cómo bailaba y lo feliz que estaba mi niño. (María José, profe de David durante la etapa de Educación Infantil)

De verdad, todo lo que hemos hecho ha merecido la pena por ver a nuestro David con esas ganas de disfrutar de la vida y por sus sonrisas y achuchones. (María José, profe de David durante la etapa de Educación Infantil). Le dije que era absolutamente genial, ¿y sabéis lo que me contestó?: No lo olvides: el genial es David, nosotros solo le ayudamos un poquito.

Lo dicho: ABSOLUTAMENTE GENIAL. ABSOLUTAMENTE GENIALES.

 

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